“La vida es una buena foto en blanco y negro. Hay blanco, hay negro, y un montón de sombras en medio”
Karl Heiner
La foto en blanco y negro son imágenes que se caracteriza por la ausencia de color. Se basa, en cambio, en tonalidades que van del blanco al negro pasando por los tonos medios (grises), por ello también se la denomina imagen monocroma o en escala de grises.
Son imágenes desnudas de color, lo que las hace más crudas, directa a la esencia, basada en la luz y la forma. Transmiten instante, emoción, mensaje, dramatismo y emoción. Con poco, somos capaces de decirlo todo despojando del decorado y mostrando lo que hay bajo la superficie; el alma, la esencia. Así nos impacta al mostrar una realidad diferente a la que nos muestran nuestra vista.
Grandes fotógrafos como Ansel Adams, Cartier-Bresson (y un larguísimo etc.) han llevado a esta disciplina a su máxima expresión. Aunque podamos creer que corresponde a una época ya pasada, continua muy vigente en la fotografía de autor y es por si misma una imagen atemporal.
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